Llegábamos al encuentro creyéndonos capaces de batir a cualquiera, no se empezó el partido con la intensidad necesaria y el 'caos' de la segunda parte terminó por rematarnos.
En los primeros minutos de partido nos encontramos con dos equipos muy fuertes, jugando un encuentro a un ritmo frenético, lo que nos hacía presagiar un partidazo desde principio a fin. Los dos equipos eran conscientes de la igualdad del encuentro y empezaron muy metidos en los primeros instantes, ninguno de los dos querían perder la posesión, se sometían a una presión fuerte, sobre todo por parte de la U. Estepona C.F. que provocó muchas pérdidas de balón al comienzo, en definitiva, ninguno de los dos mostraba signo de debilidad alguno.
U. Estepona C.F. tuvo más ocasiones que el rival en la primera parte, en la que el delantero Pedro estuvo especialmente incisivo, y la Unión Estepona daba sensación de peligro cuando se acercaba al área rival, mientras que los visitantes optaron por hacer un fútbol directo buscando al espigado Juan Pablo, y creando peligro a través de las segundas jugadas, que fueron casi siempre para los extremos astigianos y su mediapunta, el mejor hombre del partido, el vasco Jonan García.
No obstante, el equipo esteponero se adelantó en el marcador tras un lanzamiento de falta de nuestro lateral izquierdo Jonatan en el minuto 14, tras tocar en la barrera, colándose por la escuadra izquierda de Ramón. Justo después los técnicos del Écija Balompié, el ex-espanyolista Manuel Zuñiga y su ayudante no encajaron bien el gol, y tuvieron que ser expulsados por el árbitro al considerar excesivas las protestas desde el banquillo (llegaron a entrar al terreno de juego en sus protestas). El equipo se puso por delante en el marcador el primero, y parecían ir encarrilando el partido, pero como pasó en la última derrota esteponera ante el Polideportivo Ejido, el equipo recibió un gol justo antes del descanso, tras un centro de la banda que mandó a la red Jonan García en el minuto 41, lo que dejó helados a la afición, pero sobre todo al equipo, que desde entonces mostró nerviosismo, y empezó a perder la posición con demasiada asiduidad. Con el sabor amargo del gol tuvimos que marcharnos a los vestuarios, a ver si el equipo se animaba después del jarro de agua fría.
Pero el descanso no cambió la tónica con la que el equipo había jugado los últimos minutos de la primera parte. El equipo que vimos, sobre todo en esta segunda parte, no se parecía nada al de los partidos anteriores, se partía en dos con mucha facilidad, y el equipo cedió mucho campo al Écija, que se aprovechó de las lagunas que estaba dejando el equipo de José Luis Burgueña con su fútbol directo, y en una de estas jugadas, en el minuto 65, Mario Pizarraya, extremo izquierdo astigiano montó una rápida contra por su banda, metió un pase interior que remató el extremo derecho Bello, ante la pasividad de la defensa rojilla. El resto del partido fue un desencuentro con el fútbol por parte de la U. Estepona C.F. que tuvo que lidiar las piyerías de un Écija más experimentado, y sobre todo con su propio desconcierto posicional en el campo, que no le permitió crear mucho peligro en el final de la segunda parte.
Todos nos fuimos un poco 'mosca' porque esos puntos hubiesen dado al equipo una fortaleza en la tabla, que nos harían ir los domingos al fútbol sin estar amenazados por el descenso. Sin embargo, ante Lucena, esta vez fuera de casa, tenemos una oportunidad de enfretarnos de nuevo a un rival directo, y sacar algún punto de su campo sería una gran alegría.
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